Mostrando las entradas con la etiqueta ciberactivismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ciberactivismo. Mostrar todas las entradas

martes, 25 de septiembre de 2007

Manifiesto de la zorra mutante

Este manifiesto ciberfeminista fue escrito por VNS Matrix, un grupo de mujeres artistas y activistas que nació a principios de los noventa en Australia.


El viento atómico toma tus alas
y eres absorbido retrógradamente en el futuro,
una entidad viajando a través del tiempo por el avanzado siglo XX;
un estuche espacial, un ángel extraterreste,
quizá observando la profunda ruina de un millón de catástrofes;
parpadeo de pantallas de millones,
millones de máquinas concientes;
quema brillante.
Usuarios atrapados en bombardeos estáticos de portadores de fuego,
sin ver la descarga que rasga sus cansadas retinas consumidas.
Suspendida en la beatitud elíptica post-real.
Traga códigos y muere.
Absorta por un torbellino de trivialidad.
Acabas de perderte el siglo XX;
estás al borde del milenio -cuál-, ¿importa?
La disolvencia es lo que está cautivando;
el abrasivo contagio de la fiebre de milenio es futurretro;
catapultando cuerpos con órganos en la tecnotopía...
donde el código decreta el placer y satisface el deseo.
Preciosos applets atavían mi cuello;
soy flujo de binarias, soy ingenio puro;
lee sólo mis memorias, cárgame en tus imaginaciones pornográficas,
escribe sobre mí.
La identidad explota en múltiples morfonemas
e infiltra el sistema de raíz.
Partes innombrables del corto circuito incompleto;
el código de reconocimiento de programas,
pegando agentes de vigilancia en la hipercarretera
que expulsa millones de bits de datos corruptos,
mientras suceden en ataques de pánico esquizofrénico
y viajes de horror.
Así que
¿qué tiene que ofrecer el nuevo milenio a las arcáicas masas sin modem?
¿Agua ubicua? La simulación tiene sus límites.
¿Los artistas de naciones opromidas se encuentran en una agenda analógica?
La red es el niño partogénico del mainframe del gran patriarca.
Está fuera de control. Ella es el sistema emergente sociopático.
Encierra a tus hijos; cubre con cinta adhesiva la boca del coño
y métele una rata por el culo.
Estamos al borde de la lucura y los vándalos están escapando.
Extiende mi fenotipo, nena, dame algo de esa magia popular JAVA
de la que siempre estás jactándote (posiciono mi módem).
Los extropianos estaban equivocados:
hay algunas cosas que no puedes trascender;
el placer está en la desmaterialización, la remisión del deseo.
Somos el accidente maligno que cayó en tu sistema mientras tú dormías y,
cuando despiertes, ejecutaremos tus ilusiones digitales,
alterando tu impecable software.
Tus dedos exploran mi red neuronal;
la sensación de hormigueo en las yemas de tus dedos
es mi sinapsis respondiendo al contacto;
no es química, es eléctrica. ¡Deja de teclearme!
Nunca dejes de teclear mis hendiduras supurantes,
extendiendo mis límites.
Pero en el ciberespacio no hay límites;
en el espacio espiral no existe el "ellos", sólo el "nosotros".
Tratando de evitar la binaria introduzco el cromosoma,
que no es uno
xxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxyxxy
Ginecógeme, nena, la resistencia es vana;
sedúceme, lígame, mi genoma abandonada como tu proyecto;
envuélveme artificialmente, quiero vivir por siempre;
cárgame en tu futuro PVC; succióname el código.
El sujeto X dice que la trascendencia reposa
en el límite de los mundos
donde, ahora y ahora, aquí y en cualquier otro lugar,
impactan el texto y la membrana,
donde la verdad se evapora,
donde nada es seguro;
ahí no hay mapas.
El límite no es ningún cargador.
El impacto repentino de la ausencia de contacto;
estirándote para tocar, pero la piel está fría.
El límite es el permiso negado, la visión duplicada y la carne necrótica.
Error en la línea de comando...
Párpados pesados se pliegan sobre mis pupilas
como cortinas de plomo.
Besos de hielo caliente;
mi sinápsis con una precipitación estática;
mi sistema es nervioso;
alarido de neuronas moviéndose en espiral hacia la autonomía.
Flotando en éter, mi cuerpo implosiona. Me convierto en luz.
Enciéndeme si te atreves.

viernes, 11 de mayo de 2007

crimen


La justicia no puede obtenerse bajo ninguna Ley; la acción de acuerdo a la naturaleza espontánea, la acción que es justa, no puede ser definida por el dogma. Los crímenes por los que se aboga en estos pasquines no pueden ser cometidos contra uno mismo o contra otros sino sólo contra la mordaz cristalización de las ideas en la estructura de venenosos Tronos y Dominaciones.

Es decir, no crímenes contra la naturaleza o la humanidad sino crímenes legalmente acreditados. Tarde o temprano el descubrimiento y la revelación del yo/naturaleza transforman a una persona en un malhechor -como salir a otro mundo y después volver a éste para descubrir que has sido declarado un traidor, un hereje, un proscrito-.

La Ley espera a que des un traspiés en algún modo del ser, que te conviertas en un alma diferente a la habitual carne muerta aprobada y sellada en púrpura por las autoridades sanitarias; y tan pronto como empiezas a actuar en armonía con la naturaleza la Ley te da el garrote y estrangula; así que no jueges al bendito mártir liberal de clase media; acepta el hecho de que eres un criminal y prepárate para actuar como tal.

Paradoja: abrazar a CAOS no significa deslizarse hacia la entropía sino emerger hacia una energía como estrellas, hacia un patrón de gracia instantánea; hacia un orden orgánico espontáneo completamente diferente a las pirámides de carroña de sultanes, muftíes, cadíes y verdugos sonrientes.

Después de CAOS viene Eros -el principio de orden implícito en la nada del Uno incualificado-. El amor es estructura, sistema, es el único código no narcotizado ni manchado por la esclavitud. Hemos de convertirnos en ladrones y timadores para proteger su belleza espiritual en una faceta de clandestinidad, en un jardín oculto de espionaje.

No sobrevivas meramente a la espera de que la revolución de otros te decida a tomar partido, no te alistes a los ejércitos de la anorexia o la bulimia; actúa como si ya fueras libre, calcula los riesgos, sal fuera, recuerda la Ley de Duelo -fuma grifa/come pollo/bebe te-. Cada hombre su propia viña e higuera (Circle Seven Koran, Noble Drew Alí); lleva tu pasaporte moro con orgullo, guarda tus espaldas, que no te cojan en el fuego cruzado; pero asume el riesgo, baila antes de calcificarte.

El modelo social natural del anarquismo ontológico es la pandilla de niños o la banda de atracadores. El dinero es un camelo - esta aventura ha de ser posible sin él - el botín y el pillaje habría que gastarlos antes de que vuelvan al polvo. Hoy es el Día de la Resurrección -el dinero empleado en belleza será transmutado alquímicamente en elixir-. Como mi tío Melvin solía decir, el melón robado sabe más dulce.

El mundo ya ha sido rehecho de acuerdo a los deseos del corazón; pero la civilización es la dueña de todos los contratos y de la mayoría de las pistolas. Nuestros ángeles feraces exigen la trasgresión, porque sólo se manifiestan en suelo prohibido. Bandolero. El yoga del sigilo, el golpe relámpago, el disfrute del tesoro.


Hakim Bey

De CAOS, los pasquines del anarquismo ontológico.

1985.