lunes, 19 de mayo de 2008

Noticias del mes de Mayo


Noticias del mes de Mayo, es el título de un texto que Julio Cortázar escribió con la finalidad de retratar a los jóvenes que en 1968 salieron a las calles francesas a hacerse ver y escuchar. Se trata de un collage que incorpora frases pintadas en las paredes de París, citas de intelectuales como Daniel Cohn-Bendit, Rudi Dutschke y Marcuse, consignas, opiniones, y mucha poesía.

En el prólogo a los cuentos completos de Cortázar, Mario Vargas Llosa habla sobre esta etapa en la vida de su amigo, dejando claro que la revolución no fué para Julio sólo un juguete con el que su intelecto pudiera recrearse, sino que él la vivió dentro del mundo y también en su persona:

"El cambio de Cortázar, el más extraordinario que me haya tocado ver nunca en ser alguno (...) ocurrió, según la versión oficial -que él mismo consagró- en el Mayo francés del 68. Se le vio entonces, en esos días tumultuosos, en las barricadas de París, repartiendo hojas volanderas de su invención, y confundido con los estudiantes que querían llevar "la imaginación al poder". Tenía cincuenta y cuatro años. Los dieciséis que le faltaba vivir sería el escritor comprometido con el socialismo, el defensor de Cuba y Nicaragua, el firmante de manifiestos y el habitué de congresos revolucionarios que fue hasta su muerte.

(...) Pero el cambio de Julio fue mucho más profundo y abarcador que el de la acción política. Yo estoy seguro de que empezó un año antes del 68, al separarse de Aurora. (...) La próxima vez que lo volví a ver, en Londres, con su nueva pareja, era otra persona. Se había dejado crecer el cabello y tenía unas barbas rojizas e imponentes, de profeta bíblico. Me hizo llevarlo a comprar revistas eróticas y hablaba de marihuana, de mujeres, de revolución, como antes de jazz y de fantasmas."

Venga pues el texto, a cuarenta años de un momento en el que la libertad, la imaginación y el arte, fueron más que palabras escritas en un libro:


Yo vi la edad de oro, la sentí brotar en la ciudad como un tigre de espigas, la edad de oro no era en absoluto de oro, ni siquiera una edad: relámpago entre dos nubes de petróleo, caricia de unos pocos días entre pasado y futuro, yo vi la edad de oro, se llamaba París en mayo, no era la edad de oro pero ardía y brillaba, en cada esquina se buscaban las manos, se abrían las sonrisas, se discutían los quehaceres, se mataban dragones escolásticos, se dibujaba una silueta humana, algo nacía hacia el encuentro algo cantaba desde nuevas gargantas para nuevas memorias.

Hay que abandonar la teoría de la “vanguardia dirigente” para
adoptar la teoría más simple y honrada de la minoría actuante que
desempeña el papel de un fermento permanente, que impulsa a la
acción sin pretender dirigirla.

Daniel Cohn-Bendit

HAY QUE EXPLORAR SISTEMÁTICAMENTE EL AZAR
(Facultad de Letras, París)

Lo único inmutable en el hombre es su vocación para lo mudable; por eso la revolución será permanente, contradictoria, imprevisible, o no será. Las revoluciones-coágulo, las revoluciones prefabricadas, contienen en sí su propia negación, el Aparato futuro.

LA INTELIGENCIA CAMINA MÁS QUE EL CORAZÓN PERO NO VA TAN LEJOS.
(Proverbio chino).

(Sorbona)

EL DERECHO DE VIVIR NO SE MENDIGA, SE TOMA
(Nanterre)

Entonces cachiporras y gases lacrimógenos
calabozo expulsiones: Ya aprenderán hijos de puta.
¿Qué importa, camaradas? Nada es seguro, y eso
es lo seguro. Porque los monolitos
durarán mucho menos que esta lluvia de imágenes
esta poesía en plena calle triturando el cemento
de la Ciudad Estable

Et qu’opposer sinon nos songes
Au pas triomphant du mensonge

Sí, nuestros sueños
una vez más los sueños golpeando como ramas de tormenta
en las ventanas ciegas
una vez más los sueños
la certidumbre de que Mayo
puso en el vientre de la noche
un semen de canción de antorcha la llamada
tierna y salvaje del amor que mira hacia lo lejos
para inventar el alba el horizonte.

DURMIENDO SE TRABAJA MEJOR: FORMEN COMITÉS DE SUEÑOS
(Sorbona)
* * *


Noticias del mes de Mayo,
de Último Round, tomo I
Siglo veintiuno editores
1969


Si deseas leer el texto completo, descárgalo aquí.

lunes, 5 de mayo de 2008

Moho No.13


En esta ocasión dejo por acá una muestra de Moho, la revista que produce Guillermo Fadanelli. A mí me gusta porque el material es crudo y directo, literatura cínica y sin pretensiones al lado de buenos textos sobre filosofía, cómics absurdos, ilustraciones kitsch y una entrevista delirante al organista de un Sanborns.

Lo que les dejo el día de hoy, vendría a ser una contraparte a otro texto de Fadanelli que también es sobre escritores y lectores. No es necesariamente para estar de acuerdo, sino para explorar distintos puntos de vista ¡Disfruten de esta probadita y no olviden que el desayuno es la comida más importante!

* * *

Hace varios días, un amigo joven y escritor (ingredientes miserables) me comentó que publicaría un libro, ¿para qué? le pregunté. Hace falta tener escasa sensibilidad para añadir un poco más de basura al cesto editorial. A nadie le importa tu libro, sólo gastarás papel, espacio en librerías y añadirás un nombre más al directorio telefónico de los escritores. Carajo, le advertí, mejor hazte una puñeta. “Si eso hubiera pensado Moravia o Joyce nos habríamos perdido de sus obras magníficas”, fue el argumento que escogió para defenderse; ya saben que los escritores adoran los mitos, las frases célebres, creen que todo pueden solucionarlo con un buen aforismo. Le pregunté si esperaba vender su libro, a lo que respondió afirmativamente: “Por supuesto, si sólo son mil ejemplares”. A nadie le interesa leer tu obra, y menos en México; prefieren la televisión o el radio, información que no pase por el cerebro, y en caso de que se les ocurriera leer un libro, allí están las parábolas de Cuauhtemoc Sánchez o las sentencias elementales de Luis Pazos, o la chabacanería maternal de las escritoras de realismo magic and wonderful. Y no sólo eso, antes de comprar tu novela preferirán un libro que les aconseje cómo vivir mejor, cómo comer mejor, cómo coger mejor, cómo escupir mejor, cómo ser el primero en comer, en coger, en escupir. Por Dios, ¿a quién le importa tu puta novela? pregunté a mi gran amigo. “Yo no escribo para la masa, dijo el palurdo, sino para las élites, para aquellos capaces de apreciar la literatura, para las sensibilidades poco comunes.” ¿Para los universitarios? pregunté. Porque los universitarios sólo leen a los clásicos y además lo hacen para pasar el examen. Además, mucho antes que a ti, las élites van a leer a Moravia, a Joyce, a Proust, Kafka, Musil, Handke, Canetti, Beckett, Roth, Benjamín y varios miles, y después de leer a los europeos van a seguirse con Carpentier, Neruda, Sabato, Borges, Lezama, Cortázar, Piglia, Arlt, Asturias, Güiraldes, Puig, García Márquez, Donoso, y otros miles, y después van a leer a los mexicanos, a Sor Juana, Reyes, Torri, Guzmán, Yánez, Paz, Fuentes, Spota, Arreola, García Ponce, Ibargüengoitia, Arredondo, y otros miles. Y después van a leer a los escritores que promueven las editoriales (listas de libros más vendidos), y a los jóvenes promesas (escogidos de antemano, naturalmente) y después, mucho después, van a sentarse al excusado y a la mejor allí hojearán un libro tuyo. Y sólo si el libro les fue regalado porque estando los precios de ese calibre, dime si alguien, a no ser que sea tu mamá, va a soltar cincuenta pesos por un libro tuyo; antes comprarían a los miles y miles de escritores que llegaron antes que tú. ¿Qué te parece? ¿No es mejor hacerse una puñeta?

La discusión no continuó. Ningún argumento es bueno para un escritor entusiasmado; no pude disuadirlo y en unas semanas el pobre publicará su novela. Tiene deseos de ser alguien.