miércoles, 20 de febrero de 2008

Miedo a los perros

Este es un libro que me gustó mucho desde la portada hasta el índice, y no es exageración. Fue escrito y hermosamente diseñado por Israel Miranda Salas, y aunque ya hace tiempo subí algo de él, aquí está otra probadita y si les agrada, bájense el libro completo en la página del movimiento infrarrealista de poesía, en su sección de recién agregados.

* * *

V. [Miedo a los perros]

La luna tiembla

y los perros le ladran

a los fantasmas que alguna vez seremos.

Hoy decidí suspender aquella tarea

(la de escribir diez mil veces que la amo).

Nunca lo entendió.

Tampoco me preocupé demasiado por hacérselo ver.

Tal vez por eso se marchaba a cada rato.

Y tenía una interminable lista de miedos:

a su padre y su mirada lasciva,

a los chantajes de su madre,

a que la manosearan en el metro,

a que la asaltaran en el pesero,

a ponerse demasiado ebria,

a abordar un taxi sola,

a que la engañara,

a engordar,

a quedarse sin dinero,

al monstruo de debajo

de la cama (no, ese es mío),

a un ex novio que la acosaba,

y principalmente

a los perros.

Lo gracioso del asunto es que la mayoría de sus temores eran

justificados. Pero alguien la convenció

(y en verdad que no fui yo, salvo con ese del engaño)

de que sus angustias eran psicológicas.

Empezó a combatirlas con terapia (dos horas a la semana, a $250°° la hora) pero no fue suficiente. Así que entró a un grupo de autoayuda (cuatro horas a la semana, gratis) y no fue suficiente.

Se inscribió a docenas de retiros espirituales, a todo tipo de clubs de superación personal, optimismo, doble A, Yin y Yan, y en fin, hasta uno de recetas macrobióticas. No fue suficiente.

Quise ayudarla con algunos de sus miedos, así que empecé con el acosador. Lo encontramos un viernes por la noche en el Dos Naciones. Le estrellé una cerveza en el cráneo y no volvimos a saber de él.

Eso fue fácil.

Después seguí con los perros. Así que compré uno, un rodwailer, se llamaba Bruce Willis. Era perezoso y gordo; era como un hijo para nosotros. Eso le ayudó mucho.

Un día íbamos rumbo a casa, y antes de tomar la desviación habitual (pues en esa calle había un perro enorme y espantoso) me tomó de la mano y comenzó a caminar con decisión. -No puedo temerles toda la vida- dijo. Me pareció buena idea.

Cundo pasamos frente a ese maldito perro, el muy desgraciado se levantó. Nos miraba fijamente. Dimos un paso y se inclinó hacia enfrente. Dimos otro paso (más pequeño) y gruñó y nos enseñó los colmillos (eran enormes). Otro pasito y el infeliz ladró (¡era un león ese pinche perro!). Ella echó a correr. Mala idea.

Corrí también y el perro se abalanzó sobre nosotros. Corríamos y gritábamos y el perro ladraba y gruñía tras nosotros. Ella tropezó. La maldita bestia empezó a tironearle el pantalón. Ella gritaba. Encontré una piedra de buen tamaño y se la arrojé con todas mis fuerzas. Le di justo detrás de la oreja. La bestia cayó fulminada. Ya en el suelo comenzó a convulsionarse y a vomitar. Se arrancó la lengua.

Ella se levantó. Lloraba. –Vámonos- me dijo.

El perro dejó inservible su pantalón y la caída le destrozó la rodilla izquierda. Necesitó veintisiete puntadas y (obviamente) más terapia. Ahora tiene una horrible cicatriz y ambos tenemos miedo a los perros.

Tuvimos que deshacernos de Bruce Willis.

8 comentarios:

Gastón dijo...

fué chido, de cuando compraste ese librìn en el defe, yace casi un año, de hecho, ayer que leìste fragmentos para mí, fué chingón, chale, y con la nieve, que querìamos que no se acabara, bueno, yo me terminè la tuya, pero tus cof cof son estremesedores a veces... para que te mojaba con agua helada :( y larga vida a los perros :)

Luis Angel Martínez dijo...

hay unos perros bien mamones.

yo los adoro de todas formas, al igual que a los gatos.

buenísima aportación este texto!!

Said dijo...

Oye, andaba viendo mis links y ps resulta que vi que http://lapuertita.blogspot.com/ tiene un libro pegado en su blog, así nomás... y quise venir a avisarte... chance los puedes pegar como él...

Saludos.

Anónimo dijo...

hola karlita se nos acaba de morir una perrita llamada moka, ya estoy con miko cuando nos hablas para ir a ver pelis con ustedes el tel es 8149995
anda
besos
joca

Anónimo dijo...

Dejo este comentario, por ser el mas reciente en tu blog.
Realmente es "la onda" este espacio, hice mi tesis refiriendome en un cien pociento a la literatura de la onda y creeme que si tenia mis broncas al encontrar libros que tienes aqui... de verdad te felicito esperando tener contacto contigo. ,mi mail:
accatone666@gmail.com

Anónimo dijo...

me encantó tu blog MIS LIBROS SON ROCK. Soy periodista y locutor de radio, en México DF. Tengo un programa de radio en:

http://www.earthmusicnetwork.com/antologia/

Ahí tengo un programa sobre Los Beats, José Agustín y Parménides García Saldaña

espero me escribas a:

beatleasa@hotmail.com

Saludos.

the lines on my face dijo...

jajaja, qué bueno estuvo! me gustó mucho, gracias por compartir karla, muchos saluditos rojos ;) pronto verás por qué

Anónimo dijo...

gracias al amor de mi vida que me enseño las lecturas de este tipo y que me gustan mucho estas anecdota. cada texto qu eleo me recuerda a ti y no sabes cuanto siento que no me seas correspondida y que tu tienes novia pero bueno ......... quiero que sepas que te amo mi psicologo carlos humberto gonzalez mendoza
espero que vea el comentario......
te amo ojala que despues te acuerdes de mi...... si es que sabes quien soy.... sabes que? si si sabes quien soy.